viernes, 26 de noviembre de 2010

La Cueva de Cristal

Aterrizó

en medio del descanso,



se alimentó

de la violencia del deseo



se acurrucó

del blues de las miradas,



resucitó

en el violeta de las mañanas...


Zarza Ardiente


Y contemplé el fuego a través de la ramas,



la luz que consumía su juventud,



los rayos de plata que se apoderaron de su corazón,



Y sintió el calor a través del desierto de sus ojos,



la humedad fértil de la tierra apoderándose de sus dedos,



el rojo fanático de los enamorados,



la pasión que se desborda del incendio.


lunes, 22 de noviembre de 2010

Claroscuros


Cabello corto, cuello largo, tez blanca y ojos negros,

Cejas pobladas, mirada sola, semblante bronceado, cabello claro,

Nariz larga, anchura de labios, pechos de gacela asustada

Ojos moros, mirada clara, piernas caminantes de gitana,

Las mujeres que me gustan constan de trazos por contrastes


Ligada a todo, liberada de mí, atada a mi cama, etérea del todo

Diferente a mí, igual a mí, alma profunda, platica larga,

Nariz desafiante, mentón arrogante, cadera pretendiente a mi patria,

Las mujeres que me hechizan se dibujan de acuarelas claroscuros


Brazos que abrazos de Mariposa me cobijen el pecho del frío vagabundo,

Manos que se aferren a mi revés como garra de águila,

Espalda de cisne, humilde como el templo del acero,

Arrogante como la tempestad del cielo, calma como el mar del norte en invierno,

Las mujeres que me matan se pintan en la paleta del caos de los colores



Y beber el oro dulce de la miel de la colmena de su boca,

Extraer de la cálida mina de su pubis el tesoro del agua salada,

Guardar cama en la posada de montaña de mi corazón,

Las mujeres que asaltan mi alma se diseñan en la luz de la sonrisa

De la luna llena

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El laberinto de la Revolución

Me he quedado tranquilo,
entregado al fuego de la mirada,
que vive en medio del laberinto,

He buscado por miles de años,
los que han pasado desde que te vi,
sentada al borde del río,

Hoy me he visto sonriendo en el espejo,
atrapado por mis tormentas,
en las que siempre me dispongo a navegar,
siempre que encuentre el tesoro,
de la promesa del canto de las sirenas,
cerca de los arrecifes de coral...

he muerto tantas veces,
que he reencarnado en tantos monstruos,
cada vez más feroces, más sutiles,
que hoy cuando muero ya no suspiro,
sólo se que en el cementerio,
me he encontrado con mi espejo...

Sé que tranquilidad no predico,
ni la sosiega calma de las tardes de domingo,
Mis garras son las de la luna,
mi aullido es el lejano grito de mis ancestros,

he renacido tantas veces,
que he muerto en los niños que me habitan,
cada vez más furiosos, más elegantes...
que hoy, cuando vivo, ya no descanso en paz,
sé que en el espejo,
he encontrado el día de mi destino...

Mi sacerdocio es el púlpito del barco,
mi predica la voz del profeta que clama,
en el templo del Dios de las Tormentas,
a brazos de la tempestad,
intento cobijar los sueños,
en los brazos de tu tormenta,
intento calentar el futuro de mis huesos,

¿no queréis venir conmigo?

a buscarle los píes al viento,
a pararle el seco a las dictaduras,
a arrasar las oficinas de los millonarios,
a que nos gobierne el ojo del huracán...

Te he revivido tantas veces,
que ahora cuando me sueño,
me sueño con vos,
querido Laberinto
de la Revolución

martes, 9 de noviembre de 2010

La Lucha

Me cobijo en la risa de los míos,

cuando me ilumino en luz de la luna,

en ella enjugo mis pupilas

con la mirada de los niños,

en eso me inspiro, para poder tener canto,

para tener danza en la mañana.


La luz de los árboles me hace sombra,

del gris del mundo y las noticias,

para que los periódicos no soplen en mi cara,

el aliento fétido del apocálipsis,

para que la guitarra de viento de las ramas,

me cubra de notas por encima del ruido,


Pero ésta no es la lucha,

esto es el solaz de la tregua,

esto es el intermedio en medio de las trincheras,


llevar el verde al mundo,

cobijar con risa de niños,

a los pobres muertos de las oficinas,

lavar su ropa en el agua que emana de la luna,


dejar caer las noticias y las finanzas,

escuchar la música de los árboles

abrazar las ramas,

de los que viven sentados en la madre tierra,

convencer a las corbatas,

que se inspiren al contemplar el amanecer,

ésto es la lucha de todos los días,


Tener para los que tienen hospedaje en mi corazón,

la tenencia de la sonrisa y la palmadita en el alma.

Intención


Intenté improvisar los alientos del enramado,
las caravanas de las golondrinas,
que huyen del canto del invierno,


necesito arrancarte una leve sonrisa,
una abertura a las gemas de la esperanza,
sólo para saberte, sólo para probarte,


los dioses de las letras,
las aves que sueñan con el vuelo,
los atardeceres que abren telón a la luna,


hoy no quiero una vida de placeres,
mundanas maldiciones del falso canto,
de las sirenas de las oficinas.



todo lo que escribo hoy,
sin encontrar mi sonrisa
en el reflejo del espejo,
todo lo que hice hoy,

todo el vuelo de mis píes,
el canto de mis manos,
es por, si de cuando en vez,
a la luz de vuestros párpados,
te dibujo una pequeña luz,

entre la mueca y la sonrisa...