jueves, 9 de diciembre de 2010

Las Hordas

La bestia me ha mirado a los ojos,

He sentido el plomo de su mirada,

Las pupilas que penetran el agua de mi alma,

Que ensucian mi campo sin bandera,


La tierra sin estandarte de mis ancestros,

El miedo me hace pensar en sacar mi cartilla,

Mi carnet y mis ganas de ponerme una corbata,


Le sostengo la mirada con el temblor de mis piernas,

Desafío con un murmullo seco de mi boca,

Me niego al reclutamiento y la leva de las oficinas,


En archivar la libertad en la jaula de oro de un laurel corporativo,

La tentación de rendirme a la cacería salvaje de las finanzas,

A escarbar y explotar la mina de las esperanzas del corazón de mis hermanos,


Le miro a los ojos,

le clavo el deseo de la danza del árbol,

Penetro en la suciedad de sus ofertas y tentaciones,

Recuerdo que la bestia que sonríe en medio del espejo,

Soy yo en mi más oscuro y retorcido deseo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario