jueves, 30 de diciembre de 2010

Las cortinas cerradas


Hay días sin luz de sol en el escenario,

noches iluminadas en la plata del cielo,

movimientos libres que no apresuran el paso,

brazos presos que duermen encadenados de cera,

de las alas del bosque.


El imperecedero flujo del tiempo,

entre las jornadas del sol

que persigue los amaneceres de la luna


hay cuerpos que dibujan sus mapas,

en los húmedos lechos de piel y sangre

que atraviesan la cordillera de la carne,

cartografía de manos sin sombreros,

dispuestas a explorar, los valles de los alientos


Mirada con la aguja imantada,

La lluvia se cosecha en los cristales,

El viento se recoge en las pestañas,

Para una boca sin rumbo, camino ni bastón,

Dispuesta a navegar por el laberinto del sueño,

A encontrarse de frente con el minotauro.


Para pintar de rojo las noches de azul,

Para tararear con tinta china la danza de la luna llena,

Para cortar margaritas en el vuelo del colibrí.

Para dibujarte las alas rotas de las mariposas

Que crecen en tu espalda.

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